¿Eres tu mayor crítico?

¿Eres tu mayor crítico?

Hay situaciones en la vida que no podemos controlar y dentro de ellas, están los errores. Por más que intentemos ser precavidos, dar nuestro mejor esfuerzo o arreglar las cosas, la realidad es que vamos a tener que afrontar el hecho de que somos humanos y nos equivocamos. Y aunque todos lo sabemos, la forma en la que procesamos los errores en la vida, determinarán mucho de tu bienestar.

 

Si hoy un amigo te dijera que cometió un error en el trabajo, en la escuela o con su pareja, probablemente le diríamos cosas como: “No pasa nada, todos nos equivocamos…” o “De los errores se aprende…” ¿pero qué sucede cuando tú te equivocas? ¿Cómo te hablas a ti mismo?

 

El diálogo interno, esa vocecita en nuestras cabezas que nos dice cómo actuar, a veces puede ser nuestro más grande crítico.  Y puede no solo criticar tus errores, cuando somos muy autocríticos, es como tener una lupa que magnifica todos los “errores” que crees haber cometido y minimiza todos tus logros.  ¿Te suena?

Una persona autocrítica siente que no cumple con sus propias expectativas, se compara constantemente, menosprecia sus logros y habilidades… Y cuando se equivoca, le cuesta mucho trabajo dejar de pensar en el error, sus pensamientos suelen ser muy duros o hasta crueles consigo mismos y se siente menos valioso y decepcionado de si mismo, por más pequeño que haya sido el error.

Y como todo, puede que seas muy autocrítico o que no lo seas tanto, pero como nuestro diálogo interno es automático, puede ser que ni siquiera hayas notado cómo te hablas a ti mismo.  Así que la próxima vez que cometas un error, ve cuáles son los pensamientos inmediatos que llegan a tu mente. ¿Te haces sentir peor tú mismo? ¿Atacan tu valor? ¿Son crueles? ¿Se los dirías a un amigo si fuera él el que cometió el error?

Y la pregunta clave, esta forma de hablarte ¿Te está ayudando a construir, a fortalecerte o simplemente destruye?

 

Esa es la clave. El principal objetivo del autocrítico no es realmente buscar una solución o aprender de lo que está viviendo, sino castigar, ser cruel contigo por el error que cometiste. Hacerte sentir mal. Es destruir y no construir, aunque después busques la forma dearreglar el error, el enfoque de tu diálogo interno no es tanto el que lo soluciones, como el lastimarte.

 

Así que la próxima vez que te equivoques, analiza tu diálogo y si sientes que estás teniendo ciertos rasgos de autocrítica, es momento de cambiar tu discurso interno a uno de autoevaluación.

 

En el siguiente post, autocrítica vs autoevaluación vemos justamente cómo hacer el cambio.